El lenguaje es uno de los procesos mentales humanos más complejos, más investigados y estudiado durante el último siglo, ya que es a través de éste que los seres humanos podemos comunicar, no sólo experiencias o anécdotas, sino los conocimientos y a través de él aprendemos a leer y a escribir, por lo tanto el papel del lenguaje en el desarrollo del ser humano juega un papel fundamental.
El lenguaje, como cualquier proceso mental, se va desarrollando conforme vamos creciendo y madurando, de esta manera no esperamos que un niño pequeño hable igual que un adulto, existen diferencias en cuanto a estructuración de frases, pronunciación de fonemas y abstracción de las palabras. Así, en el lenguaje, como en cualquiera de las áreas de desarrollo, podemos encontrar alteraciones y/o fallas que de ser detectadas por los padres o los maestros deben ser atendidas inmediatamente.
El proceso de la adquisición del lenguaje implica la interacción de factores orgánicos, cognitivos y psicológicos, es decir, para que un niño sea capaz de codificar (establecer la relación entre una palabra escuchada y el concepto a que se refiere), estructurar las palabras en una oración lógica y coherente, y finalmente emitir los fonemas adecuados, necesita del buen funcionamiento de diversos órganos como son boca, lengua, laringe, sistema respiratorio y sistema auditivo, por otro lado también es necesario un buen nivel cognitivo que le permita memorizar palabras y ampliar su vocabulario, además de una adecuada estimulación social que permitan al niño tener patrones a imitar.